lunes, 19 de noviembre de 2012

Una Noche Caliente en el Lago.





Una Noche Caliente en el Lago.

Estaba a oscuras, desde la ventana solo se veía el lago cristalino iluminado por la luna, y la noche era calurosa.
El día había sido caluroso, el termómetro, estuvo indicando casi todo el día  los 45 grados, me sentía sofocada y sudorosa. Necesitaba refrescarme y el Lago me tentaba por lo que me puse el bikini con el pareo y me hice con una gran toalla. El termómetro aun marcaba los 25 grados y aun era media noche. Como estaba sola en la Cabaña, no me preocupe de que nadie me viera, por lo que me desnude para meterme dentro del agua.
La sensación de frescor recorriendo mi piel me alivio el calor del día, note como mis pezones se erguían por la impresión del frescor  al recorrer mi cuerpo y comencé a frotar mi piel para quitarme los restos de calor y sudor. Pase mis manos por mis pechos y  estimule la dureza de mis pezones, el estar en el lago me parecía un acto morboso y erótico y me tumbe flotando en el agua con una mano  guiaba mi cuerpo para no hundirme y con la otra me frotaba  los pezones para excitarme.
Baje mi mano por el vientre y llegue al principio de mi centro donde mi placer había comenzado a agolparse. Frote el botón que estimulaba mi sexo y  seguí deslizando dos dedos por la hendidura  hasta introducirlos en mi interior. Un gemido se escapo de mi boca al sentir mi placer.  Me acerque hasta las rocas donde una pequeña cascada rompía el silencio del lugar me alce en una de las rocas para poder seguir con mi juego erótico, necesitaba culminar y en la roca tenia la seguridad para no hundirme. Con la mano ya libre masajee mis pechos, presionándolos, castigando los pezones.
Mi sexo reclamaba liberación, asique aumente el ritmo mientras mis caderas se movían al ritmo que infringían mis dedos,  baje la otra mano para volver a frotar mi clítoris cuando note que la pasión se concentraba en mi estomago, iba a estallar y los gemidos se oían rebotando en las rocas, hasta que sentí como el orgasmo me golpeaba entre espasmos. El grito de mi final se meció en la noche.
Saque los dedos de mi interior y me levante quería dirigirme hasta la toalla  y secarme del placentero baño, por el camino fui probando mi sabor, salado y gustoso. Cuando oí movimiento en  los matorrales.
Corrí  hacia la toalla asustada y cuando me cubrí el cuerpo agudice los oídos por si volvía a ori ruidos. Me quede hasta que escuche unos gemidos ahogados, me puse el bikini y el pareo y me puse a investigar esos extraños sonidos.
Ahogue un grito cuando descubrí a un hombre agitando sus caderas y envolviendo con su mano el pene. Los movimientos masturbatorios le provocaban gran placer, pues las facciones de su cara mostraban las sensaciones que su miembro sentía. Me vio justo cuando su liberación se acercaba, y mi fascinación por verle terminar me empujo a decirle
-          No te atrevas a parar, termina y córrete para mí. Ya que creo que tú has visto como yo me he corrido.
-          Ah! Si me has puesto tan a mil, que mi polla se despertó  y quise  tocarme mientras tú te corrías...
-          Córrete, enséñame como te liberas.
Nada mas decir eso aumento el ritmo de sus envites, me fui acercando para ver mejor como lo hacía. Y cuando grito, su semen se derramo libre perdiéndose entre su mano y su miembro.
-          Dios que Gusto!! – Eres una Joven muy Caliente y verte mientras te tocabas, desnuda me ha puesto muy cachondo.
-          Yo… yo.. – Tartamudee excitada por verle estallar. – necesitaba un baño y el lago me pareció el mejor modo de calmar el calor, pero… me excite al sentir el frescor en mi piel y… bueno ya sabes lo que paso.
-          No, no te reprocho nada, es mas tu numerito me ha servido para calmarme. Había venido para bañarme también pero me encontré con una diosa pervertida jugando y me pareció bien imitarte mientras te espiaba.
Seguía desnudo, su miembro en semi relajación me fascinaba, e instintivamente me humedecí los labios mientras mis ojos seguían su cuerpo.
Se  acerco más hacia mí.  Con la mano aun cubierta de semen. Mirándome  con los ojos divertidos, llenos de deseo, clavados en mi cuerpo.
-          Déjame Diosa pervertida, voy a limpiarme en el lago.
Se encamino al lago introduciéndose, y se puso a nadar.  Deje mi toalla y me metí también en el agua. Su cuerpo me intrigaba, y yo me sentía atrevida. Me acerque a él y me presente.
-          Mi nombre es Miranda, aunque mis amigas me llaman solo Mir – le dije sonriéndole pícaramente.
-          Yo soy Hugo, y bueno me gusta pasear por la noche hacia el Lago, aunque el paseo de hoy ha sido muy estimulante.
-          Bueno espero que mi juego te haya tranquilizado – Le dije acercándome aun mas
-          Estimulante, es decir poco, nena. Me has dejado con ganas de meterme dentro de ti y ser yo el que te arranque los gemidos  y te dé el placer. – su mano deshizo el nudo de mi sujetador, provocando que se aflojara. Continuo acercándose a mí y su otra mano envolvió mi cuerpo y deshizo el otro nudo, el sostén de bikini ahora flotaba flojo en el agua y mis pechos  se alzaban hacia el dándole la bien venida. – Joder nena, tus tetas son muy apetecibles.
Dicho esto su boca atrapo uno de mis pezones y comenzó a estimularlo mientras me afianzaba a su cuerpo. Sentí como su polla se volvía a alzar y la sentí rozar la unión de mis muslos. Me separe un poco, pero él me agarro una nalga y me volvió a acercar a su excitación.
-          Rodea mi cintura con tus piernas nena, siente como mi amigo roza tu centro deseando hundirse dentro.
Le obedecí de inmediato pues mi excitación, y los mimos que prodigaba a mis pechos me empujaban a complacerle.  Su otra mano  dejo mi pezón libre y bajo hasta mi vientre jugando con el borde de la braguita del bikini,  la ahueco y sus dedos comenzaron a  juguetear con mi sexo. Sentía como sus dedos se humedecían con mi propia humedad,  mientras rozaba mis labios internos. Uno de sus dedos tanteo mi entrada haciendo que en mi garganta se agolpara un gemido.  Acto seguido su pulgar froto el botón hinchado de mi placer. Liberando el gemido  mientras me penetraban sus dedos  nado hacia la cascada  tendiéndome  en una pequeña cueva cubierta de suave musgo húmedo. Y mis piernas colgaban en el agua  abrazando su torso.
Comenzó a bajar mi braguita, dejándome tan desnuda como él, puso una de mis piernas en su hombro y la otra en el otro, abriéndome más, y mostrándole  a la perfección mi jugoso sexo hinchado y rosado. En ese momento pensé que me aliviaba haberme depilado dos días antes, asique el pudo disfrutar de la imagen limpia y apetecible de mi placer.
 Su boca empezó a besar el interior de mis muslos, anticipando la inevitable invasión de su boca en mí. Su lengua recorrió mi sexo húmedo y jugoso  mientras con sus dedos me separaba los labios. Su lengua jugaba con mi hueco, entrando y saliendo, dándose un festín, haciéndome gemir. Mis caderas se mecían al ritmo de sus envites y su lengua subió a mi clítoris castigándolo, estimulándolo, con el dedo corazón me penetraba, frotando las pareces de mi sexo.
-          Venga nena, córrete en mi boca. Deja que pruebe el jugo de tu sexo. Venga nena gime para mi, grita mi nombre mientras te corres.
Seguía castigándome, metiendo y sacando su dedo, succionando mi clítoris con la boca. Dándome el mayor placer que había sentido.
-          Estoy apunto pero no puedo, sigue! Sigue! Haz que eme corra. – Suplicaba mientras mis caderas seguían meciéndose, mientras el orgasmo comenzaba a agolparse en mi interior cerca del centro de mi placer.
Introdujo otro dedo en mi interior, por lo que la fricción en mi sexo fue mayor y más placentera, los músculos de mi sexo se apretaban alrededor de sus dedos,  y el placer seguía acumulándose en el centro, hasta que al final, estalle en un grandioso orgasmo. Mientras sentía los espasmos del orgasmo oía como el absorbía el jugo que mi sexo derramaba tragándoselo y disfrutando de mi esencia.
-          Dios nena  estas deliciosa. Salada. Sabrosa. Uff - Se tendió a mi lado y comenzó a tocarse. – Nena necesito liberarme, pero  no tengo condones…
Comprendí lo que necesitaba, asique  me incline y comencé a chuparle la polla mientras mi mano sustituía la suya.
-          Oh Dios!! Nena sigue así, chúpamela!! – impulsaba sus caderas hacia arriba introduciendo su polla aun mas en mi boca, golpeando mi garganta.
Mi lengua se deslizaba en toda su largura, sus gemidos me animaban a subir el ritmo. Mis labios cubrieron mis dientes y lo estimule aun mas presionando su polla con mi boca. Poco a poco su miembro comenzó a palpitar indicándome que su liberación estaba cercana.  Quería que lo hiciera, que me llenara con su semen, probar su sabor.  Asique aumente el ritmo masajeando sus huevos para estimular su eyaculación. 
De repente  en la última envestida de sus caderas en mi boca, su esencia se agolpo en mi garganta  lo que me obligo a degustar y tragar hasta que dejo de salir.
Sentí como se relajaba después de estallar y me alcé para que viera como le saboreaba sin ningún pudor.
-          Mmm, estas delicioso. – Dije chupando alrededor de mi boca los restos de su corrida. -  la cosa es que yo si soy previsora. -  me lance a su boca, besándole, hurgando en su interior, buscando enroscar su lengua con la mía – pruevate nene, prueba tu esencia de mi boca.
Mientras decía eso mi mano seguía jugando con su polla, volviendo a estimularla,  y cuando lo consigo me alzo y me pongo a horcajadas. Sujeto su miembro para ayudarlo mientras me deslizo hacia abajo, insertándome con él. El grito que se escapa de mi garganta se mece en la noche, arrullándonos Sus ojos abiertos por la sorpresa, se centran en mis pechos, alza las manos para masajearlos, mientras yo me mezco arriba y abajo.
-          Eso es nena, fállame a tu ritmo.
-          Si  ah, ah, ah, nenito quiero que me des otro orgasmo fantástico como el de antes.
-          Dios nena, estas aun algo apretada, siento como exprimes la polla. Uff!! – Se mece hacia arriba cuando yo bajaba penetrándome aun mas, se irguió y martirizó mis pezones duros por la excitación del momento. – Si nena, Sigue, Follame duro nena.
Seguía empujando en mi interior, rozando mi límite  provocándome espasmos de placer. Haciéndome gemir con cada embestida.  Sentía que pronto estallaría por lo que de forma magistral me tumbo sin salir posicionándose encima de mí.
Sus caderas golpeaban contra mí, entrando y saliendo, su polla hinchada me frotaba hasta la saciedad, pero aun el orgasmo se negaba a estallar. Le suplique que me liberara, le suplique entre gemidos que me hiciera llegar.  Por lo que  se salió  de mi interior y me dijo:
-          Nena pon el culo en pompa, voy a follar tu culo mientras te toco para que sientas el mayor orgasmo, y cuando este apunto de eyacular volveré para llenarte con mi semilla.
Dicho esto introdujo su polla en mi culo mientras sus dedos me penetraban el sexo y jugaban con mi clítoris.
-          Eso es nena Gime así, sabes que esos gemidos me provocan que te folle más duro verdad? – dijo aumentando su ritmo. – sigue nena sigue, venga córrete ahora nena.
Instaba a mi cuerpo a correrme y cuando creí que no lo haría estalle gritando de placer, los espasmos  seguían mientras el mantenía el ritmo mientras follaba mi culo y cuando creí que había terminado, se salió y me penetro de nuevo desde atrás para culminar dentro de mí.
Dio varias estocadas que volvieron a provocarme otro orgasmo brutal, y se fue en mi interior mezclando su esencia con la mía, provocando que volviera a correrme.
 Me derrumbe, cansada por el placer y por someter a mi cuerpo a la liberación,  saliendo de mí  note como su semen se escurría hacia afuera, mojándome los muslos. Se inclino abriéndome y volvió a chuparme, degustando la mezcla de nuestros orgasmos.
-          Dios Nena, que follada más jugosa hemos tenido, me has secado entero.
-          Bueno –dije aun jadeando – ha sido fantástico, has logrado que te sintiera muy afondo. Me ha gustado tanto que quiero repetir.
-          Yo también quiero hacerlo  pero creo que es bueno cambiar el escenario.
Se levanto y se tiro al agua invitándome a seguirle.
-           Entonces… en tu casa? O en la mía?...
Sonreí  mirándole  desde arriba y lanzándome  al agua  le pedí que en la mía.